24.6.06

Prode

Cuando era un purrete, allá por el año 1993, con 17/18 años, cursaba 5to año en el nacional 2 de vicente lópez (este dato lo pongo por si algún ex compañero de colegio guglea y llega acá). Cierto día a uno (sinceramente no recuerdo si fui yo o fue otro y no quiero apropiarme de la autoridad intelectual) se le ocurrió la genial idea de hacer un prode interno.

El lunes, día posterior a la transmisión televisiva de los partidos de la fecha y anuncio de macaya de la siguiente fecha, llegaba yo al colegio y armaba una hoja con un práctico cuadro con cada partido puesto en la columna izquerda y arriba, correspondiendo a cada columna, los nombres de cada participante. Luego en el cuadriculado que quedaba en el medio (espero que me sigan) ponía L V o E de acuerdo al pronóstico de cada uno.

Se pagaba 1 peso.

El ganador se llevaba el pozo. Pero... pasó el tiempo y nos pusimos exigentes... resulta que de los 13 puntos en juego, el ganador se lo llevaba en general con 6 o 7... entonces dijimos: si nadie hace 9 o más, queda vacante.

Entonces ocurrió lo previsible: quedó vacante.

En general los participantes de cada vuelta éramos 7 u 8, como mucho 10, todos del mismo curso. Entre otras cosas porque no queríamos divulgarlo mucho, ya que se trataba, entre otras cosas, de una actividad ilegal, y por lo menos nos ligábamos un par de amonestaciones si se llegaba a saber.

Pero cuando quedó vacante... la cosa cambió. En principio, esto se cae de maduro, todos los que habíamos participado en el pozo vacante, volvimos a participar. Pero a los 7 u 8 de siempre se sumaron muchos. Las chicas, que hasta ese entonces nos miraban casi con desprecio, por estar haciendo "eso", pusieron su pesito y dieron su pronóstico.
Pronto se sumaron hermanos de alumnos, que no asistían al mismo colegio. Sin ir más lejos, mi hermano, que iba a un industrial, puso también su peso.

El pozo iba creciendo y hasta permitimos que quien quisiera hiciera más apuestas, entonces muchos pusimos otro peso y nos mandamos con otro pronóstico.

Finalmente ocurrió lo que temíamos: se enteró el preceptor. Un tipo que en esa época me parecía justamente eso, un tipo, pero que ahora a mis 30 años pienso y digo... claro, el "tipo" tenía 23 años... era un nene. Y qué hizo? Si, lo adivinan, puso su peso y participó.

Chicos de otros cursos también, claro.

No recuerdo cuanta plata se llegó a juntar, pero teniendo en cuenta que lo relatado es la pura verdad, es probable que al menos hubiera 50 pesos, cifra que hoy sigue siendo bastante para un pibe de 17 y que en esa época era una fortuna.

Llegó el día... se jugaron los partidos... y hubo un único ganador.

Y quién fue?

No.

No fui yo.

Fue el chino. Roberto Horacio "el chino" González Villa Monte. Todo ese nombre tenía, con apodo incluido.

Y el chino era un pibe raro. No fumaba (bue, en esa época yo tampoco, pero había probado al menos, el pibe le huía como a la muerte, y ojo que no hablo de porro, eh), no tomaba (en navidad brindaba con jugo de naranja, y no es chiste), no jugaba nunca por plata (había entrado en el prode porque le insistimos tanto que le habrá dado miedo no hacerlo).
Un pibe que era demasiado correcto. Callado... qué se yo: raro.

Tan raro que había sido mi unico amigo en primero y mi mejor amigo en segundo.

Pero bueno, el pibe ganó. Yo, que era el administrador del dinero, le hice entrega del sobre con todas las monedas y él lo recibió con cara de duda, con cara de "no me merezco esto".

Y al mediodía se fue a su casa. Y al otro día llegó al colegio y en cuanto estuvimos en el aula, sacó el sobre con todas las monedas y diciendo "no puedo aceptar esto", me lo devolvió.
Y no hubo caso, no hubo forma de hacerle entender que él se había ganado el dinero en una competencia en la que todos estábamos de acuerdo, con un reglamento que él, al igual que todos, había cumplido y que no había ninguna razón para que él no mereciera quedarse con esa plata.

Pero como dije, no hubo caso.

Y el asunto nos dejó con un sabor amargo... con una sensación de estar haciendo algo malo, con esa sensación que produce la gente "perfecta", que te hace sentir permanentemente en falta. Y ya nunca más lo hicimos. Como teníamos registro de quien había jugado y cuanto cada uno, devolví peso a peso cada peso apostado.

Pero todo esto venía a cuento de otra cosa.

Antes de que empezara el mundial de ahora, alemania 2006, juntamos entre hermanos y amigos 18 personas que pusieron 10 pesos cada una. Con premio de 150 pesos para el ganador y 30 para el segundo.
Hoy se jugó la última jornada de la primera ronda, o sea, se terminaron los 48 partidos que habían entrado en el prode mundialista.

Y esta vez quién se llevó el gordo?
Quién hizo 32 de los 48 puntos marcando un record (personal al menos) de efectividad prodistica?

Y si, después de semejante intro con flashback incluído... quien iba a ser... YO.

$150.-

clin caja.

Saludos.

2 comentarios:

Drama Queen dijo...

Primero que nada felicidades por el pote!

Ahora, con relacion al comentario de la gente que nos hace sentir culpable por nuestras falta es cierto! es horrible! lo peor de todo es que nos permitirnos sentirnos mal y a saber si ellos tb tienen sus esqueletos en el closet...

La realidad es que NADIE es perfecto y mientras lo que uno haga no dañe a otras personas no le veo el drama...

Saludos..

Palomo dijo...

Ante todo: gracias por las felicitaciones.

Segundo: el tema justamente es que la gente que hace eso, no lo "hace"... simplemente son, son así, muestran una personalidad sin "fallas" y sólo de escucharlos hablar uno se siente el falta.

Pero claro, nadie es perfecto. Y si hacemos un balance entre perfecciones e imperfecciones, siempre la balanza se inclina para lo segundo.

pero justamente eso es lo que hace interesante el juego (el juego de vivir, claro) ir perfeccionando, ir pasando items de un lado al otro de la balanza.

Y los items son cualquier cosa, la forma en que uno se relaciona con la gente, la autoestima, la vocación, la habilidad para jugar al tenis, la manera de querer a la pareja, etc etc etc etc etc.

Saludos